EL HERMOSO DÍA
Tan jovial está el prado,
Y el azul tan sereno,
Que me he sentido bueno
Con todo lo creado.
El sol, desde su asomo,
Derramó por mi estancia
El oro y la fragancia
Del polen del aromo.
Sentimental, el asno,
Rebuzna su morriña,
Y ayer, como una niña,
Floreció ya el durazno.
Leopoldo Lugones