LOS METALES
Trabajo con el hierro y la amargura,
con el acero azul y la esperanza,
con el cobre y la chispa luminosa,
con el plomo y la simple verdad del agua clara.
Sencilla metalurgia del diario
golpear en la fragua
forjando los objetos que quisiera
utensilios de forma necesaria.
Los metales sonoros, laboriosos
ponen ante los ojos su enseñanza:
batidos, trabajados,
pero seguros, resistentes. Nada
puede con ellos. Escondido
está su brillo hermoso tras la capa
injuriosa del tiempo, tras la herrumbre,
el cardenillo, el vaho que los infama.
Con esos cuatro nombres:
amargura, verdad, luz, esperanza,
cemento sin cansancio, como obrero
metalista, mi voz y mi palabra.
La amargura me cerca y la domino,
la verdad clamo, la luz busco, el ala
de la esperanza el corazón me roza,
y voy hacia el mañana.
No soy más que un obrero que maneja
sus metales humildes
y de su fe y su esfuerzo se contagia.
Leopoldo de Luis