PREVIA ADVERTENCIA
A Camila Walters, cómplice de los Juegos Florales.
...¡Conque me van a coronar!... ¿Se ha visto
más burda y más imbécil tiradera,
que la de coronarme como a un Cristo
que no ha de redimir ni a una portera)...
¡Si a lo menos me hubiese dado el pisto
de ser un vate absurdo!... Si me hubiera
dedicado a vivir de lo imprevisto,
portando alborotada cabellera,
pipa y gozque lanudo, ¡qué sombrero
de melodrama para mi persona,
mejor que esa corona asaz divina,
que hubiese mal vendido a un usurero,
para irme alegre y sin la tal corona,
con mi pipa y mi perro a una cantina!...
Mas como soy un buen burgués, y acaso
no tenga un pelo de infeliz, recelo
que irán, que sólo irán hacia el fracaso
los que hoy me tratan de tomar el pelo...
Pues no me obligarán ni con un vaso
de anís de coco, a remontarme al cielo
tan desacreditado del Parnaso...
…Que suban otros con el raudo vuelo
del águila caudal, que yo a la cama
me voy con cierta beatitud ramplona
que me ha dejado un buen café con leche,
para soñar, tranquilo y en pijama,
que me comí la celestial corona,
mi olímpica corona, en escabeche...
Baltimore, Md., 1940
Luis Carlos López