BARRIO HOLANDÉS
“Porque hay cosas pueriles, como
rascarse la nariz, que se complican
de una manera abstracta y ridícula.
Y en verdad que esto acontece
cuando hay ausencia de nariz”
Del Libro de las vainoletas
Perfectamente
serio luce un buey
su gravedad teológica. No hay gente
por la calle. Amarillo
de mamey
resulta el cielo. Y puestos a secar
en una alegre tapia de ladrillo,
flotan dos camisetas, un calzón
del algún lobo de mar
con un remiendo azul en el fondillo,
y junto a enorme par
de gruesos calcetines de algodón,
cuelga la indiscreción
de un calzoncillo.
Luis Carlos López