LOS QUE LLEGARON DE PARÍS
¿No es verdad, paloma mía
que están respirando amor?
José Zorrilla
Ceñido flux de pederasta, flor
fragante en el ojal,
mostachos agresivos de tenor
y muy agudo el ángulo facial.
Y la novia, la falda de color
mimoso, azul lilial,
cabellos de un rubor
de lacre, una actitud sentimental
y ojos de liebre. Gastan el placer
de levantar —unido el canotier
con la chistera en forma de bacín—
la polvareda de la exhibición
requiriéndose con
frases de almíbar y de pepermín...
Luis Carlos López