UN CASO
Mi parienta, magra y fría,
solteronamente fea,
con nostálgica atonía
piensa en cosas de su aldea...
Quiere vivir con su cría
de palmípedos. Desea
manejar en la alquería
diariamente la polea
del pozo, oír en ayuna
su misa y tragarse alguna
que otra eucarística oblea,
sin tiznar el pensamiento
con el sexto mandamiento
pornográfico. Así sea.
Luis Carlos López