MITIN
Se salió de plomada
la colectiva estupidez, camino
del rebenque, del tajo y la picota.
Apóstol del Derecho, un petardista
de frac y cubilete,
volcó sobre la turba
de los descamisados
todo un cajón de frases…
Su vibrante discurso
causa fue de apoplético entusiasmo,
que tuvo que sangrar tranquilamente
la científica guardia pretoriana,
con el cañón y con la bayoneta.
Y yo, del caballete de un tejado,
miré la rebujiña
—como no soy Apóstol del Derecho—
con toda la frialdad de un erudito.
Luis Carlos López