SONETO XX
Transfórmase el que ama en cosa amada
por obra y gracia de alta fantasía;
después el corazón ya nada ansía,
pues lleva en sí la parte deseada.
Si en ella está mi alma transformada,
también sosiega el cuerpo su porfía;
sólo en sí mismo descansar podría,
pues que a su vida el alma está ligada.
Pero esta radiante semidiosa,
que como el atributo en el sujeto
con mi alma se funde y se conforma,
viste mi pensamiento en luz radiosa,
y el vivo y puro amor de que es objeto,
cual la materia simple, busca forma.
1595
Luís de Camões
Traducción de Carlos López Narváez