LA ÚLTIMA PÁGINA
Ameno valle de pintadas flores,
Aura que vuelas de la tarde en pos,
Sombras donde espiraron mis amores,
Nubes, ondas, esencias y colores,
Quedad con Dios.
Yo respiré bajo el ramaje umbrío,
Y bebí en ámbar celestial placer;
Ardió insensato el pensamiento mío,
Y todo el fuego del ardiente estío
Hirvió en mi ser.
Y yo, inconstante, en los placeres ciego,
Olvidé, Laura, tu inocente amor:
Ingratitud que con mi llanto riego;
Pues era sólo tan ardiente fuego
Sombra y vapor.
Tú no comprenderás, tierna doncella,
Cuánto en mis desengaños aprendí.
Tú leerás esta página: si en ella
Una lágrima encuentras, Laura bella,
Es para ti.
José Selgas y Carrasco