LAS AURAS
Ésas que bulliciosas,
Al asomar el alba,
Fingiendo mil suspiros
Te besan y te llaman:
Y ya tus rizos mecen,
Ya por tu faz resbalan,
Ya vuelven cariñosas,
Ya fugitivas pasan;
Y en inquietud constante
Cerca de ti derraman
Dulcísimos sonidos
Y aromas que embalsaman,
Son de la blanda noche
Las invisibles auras.
De sus halagos tiernos
Tu dulce sueño guarda,
Que si despiertas, huyen,
Y se disipan vanas.
Así las ilusiones,
Lo mismo que las auras,
Fingiendo mil delicias
El corazón embargan;
Y si despierta en ellas
Quiere gozar el alma,
Se pierden fugitivas,
Desaparecen raudas.
Tus ojos siempre tristes,
Tu frente sosegada,
Tu virginal sonrisa
Y tus mejillas pálidas,
De cándidos ensueños
Y de ilusiones hablan.
Castos amores sueñas;
Tú vives de esperanzas.
Dichosa tú mil veces
Si nunca despertaras.
¡Ay! Son las ilusiones
Lo mismo que las auras.
José Selgas y Carrasco