Todo me lo has dado, Señor.
Me diste a mi padre y a la muerte de mi padre,
a mi madre y su muerte,
a mi hermano Juan y su destino,
a Jorge, el verdadero y el fantasma,
a mi mujer; Chepita, y a mis hijos,
a mi cama me diste y a mis huesos
que reclaman más tiempo.
me diste todo, sí,
y me he entregado
a vivir y a morir con calendario.
sólo te pido que me dejes solo
a punto de las ocho porque es hora
de dormir.
Jaime Sabines