ANACREÓNTICA
De un jilguero
Blandamente las alas
Batiendo un jilguerillo
Desde un laurel frondoso
A mi cabeza vino.
Una rama del árbol
Presa trajo en el pico,
Y en torno de las sienes
Enlazármela quiso.
En vano sus afanes
Consume el simplecillo;
Se agita, y de mi frente
Huye el árbol invicto.
Yo, su fatiga viendo,
No te canses le digo,
Si coronarme quieres,
Trueca el laurel en mirto.
Juan Pablo Forner y Segarra