PUES A VIVIR VENIMOS
Pues a vivir venirnos—y es la ofrenda
Esta existencia que los hombres hacen
A su final pureza—aunque el veneno
De un cruel amor la ardiente sangre encienda,
—Aunque a su indómita bestia arnés echemos
De ricas piedras persas recamado,—
—Aunque de daga aguda el pecho sea
Con herida perenne traspasado—
Vengan daga, y corcel, y amor que mate:—
¡Eso es al fin vivir!—
El bardo, como un pájaro, recoge
Pajas para su nido—de las voces
Que pueblan el silencio, de la triste
Vida común, en que las almas luchan
Como animadas perlas en los senos
Enclavadas de un monte lucharían.
José Martí