VERSOS PARA FERNÁN SILVA VALDÉS
Ya le estoy estrechando la mano verdadera
Que sus versos me alargan. ¿Sabe que estoy contento
De me madrugaran con la linda nobleza
Y su amistá, que es mía, sabe la que merezco?
No por los versos chúcaros que pensó mi desgano,
Sino por los ponientes peleadores que he visto,
Y por una muchacha que me tuvo en su abrazo,
Y por unas divisas que conservo en un libro.
Yguálenos el mate parejo y compartido,
El mate que es de muchos como el sol y la luna,
Volcancito que humea caliente como un nido,
Manso reló que mide las horas de la duda.
Dele a su honda guitarra. Mi corazón la escucha.
Y ella, igual que un aljibe, desparrama confianza.
Levánteme la tarde, que en puerteando la luna
Saldré oscuro y callado pero diré una lágrima.
Soy un criollo pueblero. La he perdido y la busco
A mi herencia de auroras y pingos y zorzales.
Sus versos me la encuentran. Ya está dicho el retruco
Que mis tapias rosadas mandan a sus ceibales.
Jorge Luis Borges, 1985