RESURRECCIÓN
He de tener mis sauces, mis mastines,
mis rosas y jacintos, como antes,
han de volver mis duendes caminantes
y mi marina flota de delfines.
Retornarán los claros serafines,
mis circos con enanos y elefantes,
mis mañanas de Abril, alucinantes,
en mi caballo de alisadas crines.
He de beber la vida hasta en la piedra
y en el menguado zumo de la hiedra
y en la sal de la lágrima furtiva,
porque regreso de la muerte y tengo,
el terror del vacío de que vengo
y la embriaguez hambrienta de estar viva.
Juana de Ibarbourou