ESPERA
En el fósforo vago de la muerte
anda la vida, fruta y ser latiente.
Todo se vuelve cálido y sufriente
en el juego de dados de la suerte.
Espero inhábil, pálida y consciente
la palabra, el sonido alerta y fuerte,
que ha de hacerme saltar o caer inerte
con mi furiosa sed, junto a la fuente.
En el aire rapaz anda mi aliento,
ya rezo, ya suspiro, ya lamento,
fe iracunda o frenética esperanza.
Con mi lengua de polvo estoy orando.
Un santo mudo gira custodiando
mi desazón o buenaventuranza.
Juana de Ibarbourou