MELANCOLÍA
Lunes de trabajo, lunes de limpieza.
El quintero riega los surcos de fresa
Que en enero postre darán a mi mesa.
Dentro la cocina,
Hoguera fragante de troncos de encina.
Cobre, llama, loza; agua cristalina
En el vientre combo de la negra tina.
En los corredores,
Aire matutino con olor a flores.
Entre las alcobas,
Sacudir de ropas, arañar de escobas.
Sones de campana,
Misa en la mañana.
Llanto de chiquillo que se vá a la escuela
Cuál pájaro triste que a la jaula vuela.
Pasa una florista:
Canasta amatista.
Tras tanta violeta se me va la vista.
Lúnes: movimiento, trabajo, alegría.
¡Sólo tú, alma mía,
Siempre con tu peso de angustia sombría!
¡Siempre con tu fardo de melancolía!
Aunque la guitarra del Domingo vibre
Nada hay que a la zarpa del dolor te libre.
Aunque llene el Lúnes ola de energía,
Igual la tristeza te sigue, alma mía.
La lengua salmodia su rezo en la misa.
La boca dá risa.
Las ágiles manos trabajan de prisa.
Mas el alma va
Adonde el amado, que lejano está.
¿Cuándo tornará?
Lunes: movimiento, trabajo, energía.
¡Ay, cómo me abate la melancolía!
Juana de Ibarbourou