LA BUENA CRIATURA
Yo siento por el agua un cariño de hermana.
¡Cuánta suave dulzura para mí, de ella emana!
Yo entiendo lo que dicen las gotas cantarinas.
La lluvia, en mi ventana, tiene voces divinas.
El agua es una viva, múltiple criatura,
Que guarda para todos el pan de su ternura.
—Hermana: es como fragua mi boca, con la sed.
Y el agua ofrece el seno y susurra: —¡Bebed!
Hermana: de mi amante la mano honrada y buena,
Se hirió mientras segaba los oros. de la avena.
Y el agua con sublime, sencilla caridad,
Murmura: Entre mis ondas su herida refrescad.
¡Oh santa, milagrosa, sencilla criatura!
¡Fluye como una fuente para ti, mi ternura!
Juana de Ibarbourou