MATINAL
¡Oh este rayo de sol que a mi alcoba se cuela
Como una viva y larga, mágica lentejuela!
Oh este rayo de sol que en mi boca se posa
Fingiendo que en mis labios ha florido una rosa!
¡Oh este rayo de sol que se acuesta en mi seno,
Como una daga fina sobre el cutis moreno!
¡ Oh este rayo de sol que acaso ha acariciado
La dulce y taciturna cabeza de mi amado,
Que taivez en los labios de mi amante dormido
La misma rosa de oro que en mi boca, ha florido!
Enredaste sus manos y entibiaste sus sienes
Y ahora, ¡todo hechizado por su contacto vienes!
Te colgaste a su cuello y llamaste a sus ojos
En los que anoche el sueño pusiera sus cerrojos.
Ras o de sol fragante
Que has besado a mi amante!
(Y el rayo es como una culebra de deseo
Que en mi cuerpo vibrante pone su centelleo).
Juana de Ibarbourou