TE DOY MI ALMA...
Te doy mi alma desnuda,
Como estatua a la cual ningún cendal escuda.
Desnuda con el puro impudor
De un fruto, de una estrella o una flor;
De todas esas cosas que tienen la infinita
Serenidad de Eva antes de ser maldita.
De todas esas cosas,
Frutos, astros y rosas,
Que no sienten vergüenza del sexo sin celajes
Y a quienes nadie osara fabricarles ropajes.
¡Sin velos, como el cuerpo de una diosa serena
Que tuviera una intensa blancura de azucena!
¡Desnuda, y toda abierta de par en par
Por el ansia del amar!
Juana de Ibarbourou