INMORTALIDAD
Cuando en el éter fúlgido y sereno
Arden los astros por la noche umbría,
El pecho de feliz melancolía
Y confuso pavor siéntese lleno.
¡Ay! ¡así girarán cuando en el seno
Duerma yo inmóvil de la tumba fría!...
Entre el orgullo y la flaqueza mía
Con ansia inútil suspirando peno.
Pero ¿qué digo? %mdash;Irrevocable suerte
También los astros a morir destina,
Y verán por la edad su luz nublada.
Mas superior al tiempo y a la muerte
Mi alma, verá del mundo la ruïna,
A la futura eternidad ligada.
José María Heredia