CADA VEZ QUE PASO
cada vez que paso por la rue des arts y abril
hay un olor a cigarrillos “fontanares”
fumados detrás del paredón
agachado debajo del cielo
con las manos como pagoda nerviosa
abrigando la brasa pálida contra la luz del día
y cada vez que paso por la rue des arts
veo a Ana en el campito detrás del paredón
con sus ojos llenos de abril
de amistades furiosas
de color avellana violeta
ojos llenos de peces
algunos arden como soles
otros llueven
esos ojos
parecían dos árboles recién talados y tibios de pajaritos
que habían dejado apenas su madera
heredera de plumas
que sostenían el aire y nunca terminaban de caer
y alrededor de esos ojos
había un lago del mismo color que las perlas de mei-lan-fan
la favorita de mis miedos
las perlas que mei-lan-fan criaba en la cabeza
para que ciertas noches haya luz
como hoy
que paso por abril
con el alma doblada debajo del sobaco como los estudiantes del alma
por la ciudad sin ojos que no ven a ana
no ve sus pechos frescos que empiezan a asomar
y tiemblen como temblaban entonces
mis siete años de edad
turbados
por tanto clarín desnudo
tanta gloria
tanta desolación
tanta triste alegría
¿qué ser?
¡esos campos de nadie que naides se atrevía a oír!
¡esas primicias como miles de legiones
arrojadas contra uno!
¡esa belleza
conmigo adentro
sin victorias!
¡los carros
las mujeres
los hijos
arrastrados de un país a otro
de tu hermosura a mi agonía!
¡a todo ayer que pasará!
¿y cuando moverás tu bondad o tu desdén para venir a la rue des arts
donde una vez fumé “fontanares”
para retrasar a la muerte?
Juan Gelman