ROSA ESTRELLADA
Mi libertad buscaba su destino
Por el caos peor del mal artista,
Y creyendo entrever mi propia pista
Vagaba aún sin inventar camino.
De pronto, suerte, sin milagro advino
Como una aparición, y fue prevista
Sin ningún titubeo la conquista
De un orbe tan oculto al adivino.
La suerte nos trabó con tanta fuerza
Que nuestras vidas, libres siempre y juntas,
Siguieron rumbo cada vez más claro.
Solo destino al fin. No hay quien lo tuerza.
La rosa de los vientos da las puntas
De mi estrella contigo: nuestro faro.
Jorge Guillén