LA GLORIA DE LAS ALAS
Yo quisiera ser una golondrina
para venir desde el azul del cielo
a anidar en los bucles de la fina
y ensortijada fronda de tu pelo.
Yo quisiera ser una mariposa
para venir desde el florido llano
a temblar de tu faz sobre la rosa
y a morir prisionera entre tu mano.
Y ser el colibrí de los vergeles
que va de flor en flor, en fuga loca,
para henchirme de aromas y de mieles
en el cáliz sangriento de tu boca.
Ser quisiera el cóndor de alas potentes
para elevarme a ti, causando asombros,
y poderme posar en las vivientes
y nevadas alburas de tus hombros.
Y ser quisiera el búho del osario,
este es el más febril de mis antojos,
para vivir oculto y solitario
en las noches eternas de tus ojos.
Porque para colmar el infinito
anhelo que me empuja hacia tus galas,
los brazos son muy poco, necesito
tener toda la gloria de las alas.
Julio Flórez