PORDIOSEROS DE AMOR
Mis ojos son dos mendigos
que van —hambrientos de luz—
mirando hacia un hondo cielo
sin astros y sin azul.
Hoy han tocado a tu puerta,
si eres compasiva tú,
¡enséñales tus pupilas
llenas de sol y de azul
y dales una mirada...
una limosna de luz!
Mis labios son dos mendigos
que están sedientos de miel
porque en la vida apuraron
la amargura hasta la hez.
Hoy han llamado a tu puerta;
¿quieres hacerles un bien?
¡Enséñales la sonrisa
de tus labios de clavel,
y dales un beso... un beso
como limosna de miel!
Julio Flórez