TU ALMA
Bajo las morbideces de tu seno
donde el nácar el coral incrusta
sus botones de púrpura, sereno,
hierve tu corazón en sangre augusta.
Y bajo el terso y límpido alabastro
de tu frente de invicta Citerea,
vibra y deslumbra el luminoso rastro
del relámpago excelso de la idea.
Tu alma, digna de su forma pura,
como en palacio de marfil pasea
su bondad, su pasión y su ternura;
y es tan viva la luz que la caldea,
que traspasa tu espléndida hermosura
y a través de tu carne centellea.
Julio Flórez