DICE EL 42
Cortijo que en la ubérrima llanura,
de agreste aroma y de silencio avaro,
del labrador recatas la ventura
bajo el azul de un cielo siempre el claro.
Torre que hacia el cénit marcas el rumbo
de la oración y de tus bronces huecos
al aire das el vibrador retumbo
que se prolonga en desmayantes ecos.
Alcázar señorial que en las ciudades
enseñas en tus mármoles cautivos
la borrosa visión de otras edades.
¿Sois gratos?... ¿sois augustos? ¿sois altivos?
¿alegráis las humanas soledades?
¡despareced bajo mis explosivos!
Julio Flórez