II
Como párpado inmenso, inmensa nube
pasa enfrente del sol: ojo gigante
que mira todo el universo y sube
por una senda azul siempre triunfante.
Y esa nube que ataja en un momento
al rayo abrasador que el sol envía,
se rompe ante aquel rayo. El firmamento
ábrese entonces... y se aclara el día.
Es el error como la nube aquella:
Suele ofuscar a la Verdad que alumbra;
mas la Verdad lo abate y lo atropella;
y aquel se arrastra... ¡y la Verdad se encumbra!
Julio Flórez