LA CENIZA
La ceniza no pide excusas a nadie.
Se limita a fundirse en el no ser,
a dispersarse en concentrada grisura.
La ceniza es el humo que se deja tocar,
el fuego ya de luto por sí mismo.
Aire nuestro que fue llama y ahora
no volverá a encenderse.
José Emilio Pacheco