LITOGRAFÍA DEL RÍO A SU PASO POR WIVENHOE
Bajo el calor los bosques recuperan
la unidad del principio,
aquel momento
en que todo era todo
y fue apartándose
para dar vida a cada cosa viva.
Bajo el calor brillaba inmensamente
la cicatriz del viento sobre el agua.
El río pareció por un instante
desandar su camino:
el mar desembocaba en una fuente;
tierra y cielo eran líquidos vapores:
humos y humus komo en el origen.
Bajo el calor el vaporoso río
torna incesantemente al no volver.
José Emilio Pacheco