LA SILUETA
En la triste estancia,
esteras, camillas
alumbran lámparas
amarillas.
Bajo cobertores
están forajidos,
con raros temblores
dormidos.
En pared siniestra
del fondo alumbrado
se ve la silueta
de un asesinado.
Con el aire altivo,
faz tenebrecida;
rostro vengativo
después de la vida.
¡Ay, no está en la alcoba
cadáver presente;
pero está la sombra,
con ira doliente!
José María Eguren