LA ORACIÓN DEL MONTE
Hoy el doliente esquilón
llama a la santa oración,
en lo más hondo del monte.
Reza el olmo secular,
el afligido sinsonte
y el insecto militar.
Posados en peñas moras,
el milano y el azor
siguen con rudo clamor.
Luego esdrújulo martín
junto a las aguas cantoras,
donde templó su violín.
Con el bordón penitente,
allí, el pálido mongol
reza bañado de sol.
Arcano sueña pedir,
el hombre-planta fakir
rendida la mustia frente.
De la montaña el varón
dice su bronca oración
desde el ocaso al oriente.
José María Eguren