A CASTELAR
LEÍDO EN UNA VELADA EN LA CASA
DEL EMIMENTE ORADOR
Eco de un siglo que recoge ufano
De tu palabra el rayo prepotente,
Brilla del uno al otro continente,
El fulgor de tu genio soberano.
No pudo nunca el orador romano
Ser como tú tan grande y elocuente;
Y ya tienes más lauros en tu fíente,
Que palmas mi vergel americano.
Mañana que en tus obras tu memoria
Guarde la humanidad, sin mancha alguna,
¿Dónde cabrá lo inmenso de tu gloria?
¿Dónde cabrá la gloria de tu cuna?
¡Tu eterno pedestal será la Historia!
¡Tu eterno monumento la Tribuna!
1879
Juan de Dios Peza