LA MUERTE ESTÁ DESNUDA
La muerte está desnuda frente al hombre.
Desnuda, simple, franca.
No es ojo cerrado por la sombra:
es una piedra blanca,
Una pared escueta, una muralla
dura y definitiva.
Morir es entregar la batalla a otras manos
como una mano viva.
La muerte está desnuda frente al hombre
y es simple como el paso,
el corazón, el labio,
la silla y el abrazo.
Simple como las mesas cotidianas,
como la cena diaria.
Viva como el amor y, como el cuerpo,
concreta y necesaria.
Jorge Debravo