CAMPANAS
La ciudad nos envuelve largamente,
como una noche dolorosa.
A nuestro lado ruedan los camiones
como brujas agónicas.
Una campaña se queja a lo lejos desesperadamente.
Algún campanero irascible le estará golpeando el corazón.
Caminemos.
Olvídate del mundo.
Piensa solamente en lo que llevas piel adentro
y sabrás qué dulce y qué sabroso es, de pronto, vivir.
Jorge Debravo