NOCHE
¡Oh, Noche misteriosa! Cuando Adán,
oyó tu nombre aún sin conocerte,
¿nunca lo estremeció tanta belleza,
este hermoso dosel de luz y azul?
Mas tras de un claro velo de rocío,
bañado por las llamas del poniente,
Héspero vino con celeste séquito,
¡y vio que se ensanchaba la creación!
¡Cómo saber qué sombras escondías
con tus rayos, oh Sol, o imaginar,
a la vista de insectos, moscas y hojas,
que orbes ilimitados ocultabas!
¿Con la muerte porfías, hombre débil?
¿Así engaña la luz, y no la vida?
José María Blanco-White
Traducción de Rivero Taravillo