INCLINACIÓN AL VUELO
¿Partir? ¡Para que lleves una ruta de lágrimas
colgada a la impaciente raíz de tu existencia!
¡Para que se te borren los ojos en las albas
de tanto figurarme jugando entre sus hebras!
¿Partir? ¡Para que el tiempo te encuentre taciturno
sobre unas pocas flores y unas algas enfermas...
—porque si parto quiero unos ojos que miren
con el alma del agua, tengo miedo a la tierra!
¿Partir? ¡Para que nunca tu voz vuelva a pintarme
los paisajes de sueño en que he hundido mi senda,
para que tus dos manos ya no vuelvan a alzarme
a recoger del cielo su cosecha de estrellas!
¿Partir? ¡Para que tumben tu horizonte de trinos,
al saber que se ha muerto tu núbil centinela,
para que vuelva tu alma al polvo del camino,
derrotada y humilde, harapienta y deshecha!
¡No! Yo no quiero el sueño que enamora mi vida
prometiendo a mi espíritu la quietud que él anhela.
Yo no quiero dejarte desnudo a la intemperie
de un planeta gastado, exprimido, y sin fuerzas...
Julia de Burgos