PERVERSIDAD DE LA SEPARACIÓN
desautorizo
mi ternura
vuélvanse
mis ojos
turbulencia
pido castigo ejemplar
a mis palabras.
al alba
quito la escalera
para que ninguna luz
suba a las ventanas
que sea
irreflexiva
como un perro
mi bondad
que en los charcos
sean glorificados
mis instintos
que la vida tropiece
y su pie herido
sea mutilado.
desautorizo
a mi sangre
y a mi sexo
y para mis oídos
toda voz
toda vez
toda sombra
todo siglo
sea mi espalda
una sábana
árida.
la ausencia es una unión definitiva.
Todo
Tengo prohibido:
incluso la amargura.
Juan Bañuelos