CONTRA EL TIEMPO
No distraigas tus ojos en cosas pasajeras,
no digas que es el mar si sólo ves espuma.
Ignora si es de noche; si es de día, no quieras
un solsticio de bruma.
Si aún estás a mi lado, escúchame de veras,
que me sale este amor por la herida que agruma
días, pasos, recuerdos (mis penas son terneras
con zarpazos de puma).
Buscarnos. Sorprender. Amar en este día
como instantáneo broche en una ardiente espada
que el gozo hizo de labios en su vasta herrería.
¡Tristísima tarea de luchar contra todo
lo que intenta apartarnos! Amantes de alborada
sobre un crepúsculo de yodo.
Yo a nada he respondido. Ni al tiempo, que al pasar
me empujó tantas veces como aquella alambrada
que le dicen olvido, y por costumbre, mar.
Juan Bañuelos