ESTO ES LA OTRA PARTE
Quiero escribir voces. Que estamos,
que hundimos la mano en un muro
áspero e idéntico a su sombra.
Vamos a alcanzar al primer
terror incendiado que calla
en el corazón de aquellos
que en los duros años han amado,
y que, ferozmente, beben
el tósigo torpe y el tedio.
He visto partir al combate
diario, inapreciables momentos
que guarda la vida
detrás de una puerta fatigada.
Y después, han sido los puentes
de sombra que unen (perseguidos),
lo que han separado los días.
Volvemos, sumisos, a entregarnos,
a meter la mano en el bolsillo,
a encoger los hombros,
a empezar a amar como si fuera
la primera vez, a darnos confianza,
a pesar los días como madera muerta.
Y entre puente y puente
avanza el olvido.
Lo profundo busca
su máscara altiva.
No importa la muerte. Vivimos.
Juan Bañuelos