EL VIAJE DEL OTOÑO
IX
sunt lacrimae rerum
Virgilio
De qué lucha y gemido
de qué áridos morbos
disolución y prados
de la desgracia
estamos hechos?
Los ojos y la boca
de qué ramas crueles
han caído
dándonos
un gusto miserable?
De qué sirvió vivir
si un cincel transparente
fue el dolor
y una estatua
de trapo es el destino /
si ocultó el movimiento
los mismos pasos
que esconde la quietud?
Te equivocas de puerta
de destino y también
de pasaporte
La existencia y la muerte
fermentan a su modo /
habla inmóvil
el pulso de la sangre
y se acompasa al pulso
de la piedra
y más allá del Tíber
grazna la hierba de la pesadumbre
Sólo nosotros somos
el vino turbio del paisaje
sólo bajo el otoño
la humedad
sabe a ceniza
Acoso ocaso eclipse
una ciudad sin nombre
es nuestro cuerpo:
buscas en Roma a Roma
y a Roma misma no la encuentras /
atada Roma va a tu cuello
Y bajo el puente hecho de sombras
los bronces rechinantes de los quicios
de esta vieja ciudad
algo te dicen:
también las cosas lloran
Juan Bañuelos