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LUZ DE LUNA

Ella estaba con él... A su frente
          pensativa y pálida,
penetrando al través de las rejas
        de antigua ventana
de la luna naciente venían
        los rayos de plata,
él estaba a sus pies, de rodillas,
        ¡perdido en las vagas
visiones que cruzan en horas felices
        los cielos del alma!
Con las trémulas manos asidas,
con el mudo fervor de los que aman,
palpitanto en los labios los besos,
        entrambos hablaban
        el lenguaje mudo
        sin voz ni palabras
que en momentos de dicha suprema,
tembloroso el espíritu habla...

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El silencio que crece... la brisa
        que besa las ramas,
dos seres que tiemblan, la luz de la luna
        que el paisaje baña,
¡amor un instante detén allí el vuelo,
murmura tus himnos de triunfo y recoge las alas!

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Unos meses después, él dormía
        bajo de una lápida
el último sueño de que nadie vuelve
el último sueño de paz y de calma.

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        Anoche, una fiesta
con su grato bullicio animaba
de ese amor el tranquilo escenario.
¡Oh burbujas del rubio champaña!
¡Oh perfume de flores abiertas!
¡Oh girar de desnudas espaldas!
¡Oh cadencias del valse que mueve
torbellinos de tules y gasas!
Allí estuvo, más linda que nunca,
por el baile tal vez agitada
se apoyó levemente en mi brazo,
        dejamos las salas
y un instante después penetramos
        en la misma estancia
que un año antes no más la había visto
        temblando callada,
¡cerca de él!...
            ...Amorosos recuerdos,
        tristezas lejanas,
cariñosas memorias que vibran,
        como sones de arpa,
        tristezas profundas
del amor, que en sollozos estallan,
        presión de sus manos,
        són de sus palabras,
        calor de sus besos,
¿por qué no volvisteis a su alma?...

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A su pecho no vino un suspiro
a sus ojos no vino una lágrima
ni una nube nubló aquella frente
        pensativa y pálida
y mirando los rayos de luna
que al través de la reja llegaban,
murmuró con su voz donde vibran,
como notas y cantos y músicas de campanas vibrantes de plata:
        ¡qué valses tan lindos!
        ¡qué noche tan clara!

autógrafo
José Asunción Silva


«El libro de versos» (1891-1896)

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