EL HOMBRE ENAMORADO DEL AMOR
Una tarde lejana
el hombre enamorado del amor
fue a recoger, al pie de una ventana
un beso y una flor.
Abajo estaban Ella
la flor, el beso y el atardecer,
pero allá arriba, en la ventana aquella
se asomaba una sombra de mujer.
Y el alma se le iba
al hombre enamorado del amor,
y sus ojos miraban hacia arriba
al dar el beso y al agarrar la flor.
Nunca supo quién era,
Nunca la volvió a ver,
pero el perfume de su cabellera
llenó de rosas el atardecer.
Y hoy, al pasar con la cabeza cana
el hombre enamorado del amor,
suspira por la sombra en la ventana
sin recordar el beso ni la flor.
José Ángel Buesa