EN SU TUMBA
Ut flos ante diem flebilis occidit.
Ayer la vi brotar fresca y lozana
Como una flor que acarició la aurora,
Cuando al primer albor de su mañana
El puro cáliz de su pecho abrió.
Hoy de la muerte a la fiereza impía
Mi pobre virgen se agostó por siempre,
Como la débil flor que al medio día
Sobre su tallo mustio se dobló.
1858.
Ignacio Manuel Altamirano