TRADUCCIÓN DE JOSÉ-MARIA DE HEREDIA
LA SIESTA
Ni de insectos el ruido, ni de abejas el vuelo;
Bajo el sol la gran selva reposa adormecida,
Y tamizan las frondas una luz parecida
De esmeraldinos musgos al suave terciopelo.
Cribando el dombo, irradia la claridad del cielo,
Y a mis ojos que el sueño ya vence, entretejida
De fulgores furtivos, forma red encendida
Que al través de las sombras se extiende por el suelo.
A la gasa que tejen los rayos tembladores,
Vuela de mariposas bandada reluciente,
Embriagada de luces y de aromas de flores;
Y mis dedos entonces juntan hilos, sedeños,
Y en las mallas de oro de esa red transparente,
Cazador de armonías, aprisiono mis sueños.
Ismael Enrique Arciniegas