TRADUCCIÓN DE JOSÉ-MARIA DE HEREDIA
EPIGRAMA FUNERARIO
Ya la verde cigarra yace aquí, pasajero,
Que por dos estaciones nutriose en el sembrado
y cuya ala vibrante bajo su pie dentado,
zumbaba en los citizos y pinos del otero.
La lira de los bosques desde el albor primero,
la Musa de los surcos y el trigal, ha callado;
para que el sueño suyo no vaya a ser turbado,
sé muy leve sobre ella y prosigue ligero.
En medio del tomillo reposa solitaria.
Fue erigida hace poco su piedra funeraria.
¡No termina de muchos así el vivir sombrío!
Un niño en esa tumba desconsolado llora,
y en esa tumba deja compasiva la Aurora
libación cada día de gotas de rocío.
Ismael Enrique Arciniegas