ANTES DE BOYACÁ
Junio. Mil ochocientos diez y nueve.
Pisba. Es un triste amanecer. La aurora
Las altas cimas débilmente dora
Donde se ve brillar eterna nieve.
Ráfaga helada los arbustos mueve;
Silencio y soledad aterradora...
El Héroe, en tanto el horizonte explora...
Caen soldados de fatiga... Llueve.
Una sombra oscurece su pupila;
Tiembla su corazón... En remolino
Se alza la bruma. En su corcel vacila.
Mas de pronto surgió, cortando el cielo
Un águila... ¡Y siguió por el camino
Que iba indicando el águila en su vuelo!
Ismael Enrique Arciniegas