DAMA COLONIAL
Como radiosa evocación lejana,
En marfil, cuyo brillo ya amortigua
La edad, se ve la miniatura antigua,
Entre un círculo oval de viva grana.
La diadema en airón que la engalana,
De su raza los timbres atestigua,
Y aun se percibe bajo luz ambigua
Su belleza ideal de sevillana.
¡Noches de la Colonia!... La imagino
Ante el Virrey Solís, en reverencia,
Con su donaire y su perfil divino,
Cuando entre níveas blondas, como espumas,
De los minués marcaba la cadencia
Con su abanico de carey y plumas.
Ismael Enrique Arciniegas