LA INVASIÓN
Desde el Opón avanza la tribu cual torrente
A Teusaquillo en fuga. Detrás, del rayo armados
Los Hijos del Sol vienen. Surge el Zipa, y postrados
Indios, Jeques y Usaques doblan ante él la frente.
Piedad del Sol imploran con súplica ferviente;
Del ara corre sangre de niños degollados;
Se oyen sonar clarines... Y todos, angustiados,
Huyen al alto cerro que se alza en el Oriente.
A la llanura llega Quesada. Por Castilla
Y su Rey, el acero levanta, mientras brilla
La luz como una rosa de fuego en su coraza.
Del cerro al Sol entonces se alza una nube oscura
De flechas, y hondo grito la tribu da en la altura:
El grito, ante la Muerte, de la vencida raza.
Ismael Enrique Arciniegas