LA CASA TRISTE
Las flores cada mañana
Al patio a regar salía.
De codos en la ventana
Yo extasiado la veía.
Geranios, claveles rojos.
Y en el rosal cada rosa,
Parecían tener ojos
Para verla tan hermosa.
Cuando yo a casa volvía,
Después del trabajo diario,
Alegre me sonreía
Mientras cantaba el canario.
¡Oh la vida sin fortuna!
Triste y desierto el hogar...
¡Y va saliendo la luna
Tan solo a verme llorar!
Ismael Enrique Arciniegas